En Organiquísimo ya comenzamos a construir un pequeño huerto dentro de una casa de la ciudad de México. Creemos que es importante recalcar que nuestra alimentación cotidiana se puede ver enriquecida con alimentos que cultivamos nosotros, aportándoles el cuidado y cariño necesario para que crezcan saludables. Hay pocas cosas que causan tanta satisfacción como comer algo que has cultivado, además de que así te estás asegurando de que lo que comes es 100% natural.
Los posts de las siguientes semanas los dedicamos a las diferentes maneras en las que tú puedes cultivar alimentos en tu casa, no importa el espacio con el que cuentes, ya que abordaremos tres maneras principales que pueden ser utilizadas en cualquier casa o departamento. Después de todos los posts que hemos hecho, creemos que ha quedado bastante claro que el sistema de alimentación mundial en éste momento no es nada sustentable a largo plazo, (en el caso de que no haya quedado tan claro, habrá posts futuros demostrando las atrocidades que las industrias alimenticias realizan con los recursos naturales de nuestro planeta) pero bueno, concentrémons en los cultivos caseros.
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Un huerto orgánico sumamente bien logrado |
Hay tres maneras de cultivar alimentos en tu casa: cultivo en jardín, cultivo en macetas en el interior y azoteas verdes. Si cuentas con uno, el jardín es obviamente la mejor opción, pero no la única y en una ciudad donde cada vez el espacio de vivienda es más reducido han ido apareciendo alternativas para cultivar alimentos. Ahora bien, enfoquémonos en el jardín.
Jardín
La mejor opción para cultivar, ya que te ofrece suficiente espacio para combinar diferentes tipos de hortalizas. Si el jardín es lo suficientemente grande, se puede incluso construir un pequeño invernadero para alimentos que lo requieran. Un huerto dentro de nuestro jardín puede cambiar nuestras vidas debido al nivel de cuidado que requiere, debemos de considerar todo lo que los posts anteriores han dejado claro sobre el cultivo orgánico. Los fertilizantes artificiales están prohibidos, sin embargo, es muy fácil hacer composta ya que los deshechos de las mismas plantas y árboles son más que suficientes para nutrir el suelo. Es sorprendente ver lo fácil que es crecer jitomates, zanahorias, betabel o lechugas en un pedazo de tierra. El uso de pesticidas está estrictamente prohibido y aquí viene la única complicación. En la ciudad de México hay numerosas plagas difíciles de controlar: la mosca blanca, el pulgón verde, el gusano soldado, el grillo de campo y muchos más. Por fortuna existen plaguicidas orgánicos que sirven como remedio, son 100% naturales y no sólo protegen sino fortalecen a las plantas.
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La mosca blanca, una de las plagas más comunes en la ciudad de México |
Sin embargo, en Organiquísimo creemos que es posible el cultivo de alimentos sin la necesidad de pesticidas (aunque sean orgánicos) y en realidad deben de ser utilizados como última opción. Son sumamente útiles cuando se trata de cultivos o huertos grandes, pero en nuestro patio trasero es fácil controlar el peligro al que nuestras plantas están expuestas. Generalmente la presencia de una plaga significa que hay un desequilibrio en el ecosistema, por lo que si logramos restaurarlo éstas tendrían que desaparecer. En el caso de que no desaparezcan, hay controles de plagas mucho más baratos que además aportaran a la restauración del equilibrio:
- Empecemos con el suelo. Un suelo bien nutrido significa una planta fuerte y resistente que no morirá ante el primer ataque de un insecto. En el caso de presentarse una plaga, siempre es bueno agregar un poco de composta en la superficie de ésta y luego cubrirla con acolchado o arrope. En el caso de árboles, asegurarse que los frutos que caigan no se pudran en el suelo ya que las larvas que crecen en éstos pueden infectar los frutos saludables subiendo por el tronco. Pintar los troncos con cal también es una buena solución.
- Sembrar plantas aromáticas o medicinales también ayuda a ahuyentar a los indeseados. Plantas como tomillo, flor de muerto o el ajenjo son excelentes opciones. Intercalarlas entre nuestras lechugas o hierbas de olor para confundir a los insectos.
- Tener una buena diversidad de cultivos, para que en el caso de que uno se vea seriamente infectado no se pierda todo el trabajo, se pueda remover del huerto y sobreviva el resto.
- Utilizar plantas de sacrificio: como la bola de fuego y el mastuerzo. Éstas son preferidas por ciertas plagas y funcionan para que se las coman a ellas, en vez de comerse tus jitomates.
- Atraer depredadores naturales de las plagas. ¡Las lagartijas, las ranas y las arañas son amigos nuestros! éstos maravillosos animales se comen a las plagas que dañan nuestras plantas, por lo que crear un ambiente hóspito para ellos es esencial. Si existe la posibilidad de poner un pequeño estanque en el jardín, excelente. Poner piedras húmedas apiladas para las lagartijas.
- Identificar la plaga e interrumpir su ciclo de vida. Ésto puede ser un poco complicado, pero si reconocemos rápidamente el insecto que está dañando nuestro huerto es más fácil eliminarlo.
- Finalmente, y como última opción, utilizar brebajes o pesticidas orgánicos que maten a los bichos. El purín es conocido como un remedio bastante efectivo, el agua con jabón roma también sirve, té de ajenjo o pesticidas orgánicos que puedes encontrar en diferentes tiendas.
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El mastuerzo, una excelente planta de sacrificio |
Espero que todos éstos consejos les sean útiles y comiencen su huerto orgánico pronto, para aportar un su granito de arena al cambio en nuestra alimentación.